dissabte, 11 d’octubre del 2008

Reedició IV: ¿JUGARÁS TUS CARTAS?


La vida ya no tenía sentido para él.

Sabía que la única solución que le quedaba era el suicidio.

Pero siempre había alguna nimiedad que le aferraba a la vida, un hálito de esperanza refrita que le impedía ser feliz, o por lo menos, no ser infeliz.

Por eso deseaba fervientemente que algún día, así, sin más, le golpearan brutalmente en la cabeza.

Con algo duro.

Una bola de billar.

O una barra de hierro, quizá.

Pero eso significaba dejarlo en manos de la suerte.

Y ya se sabe, la suerte es muy caprichosa.

Puedes quedarte esperando toda una vida a que tu deseo se vea cumplido.




¿Jugarás tus cartas?





The Doors - The end